Aubert
INFORMACIÓN
AUBÈRT
Es el primer pueblo que encontramos a pie de carretera saliendo de Vielha en dirección a Francia, y tiene un curioso entramado urbano cuya típica arquitectura civil aranesa se adapta simbióticamente a las formas caprichosas de las callejuelas. Aubèrt es punto de partida de algunos itinerarios por lugares de gran belleza como el Bosc de la Baricauba, está presidido por su iglesia parroquila, que se inscribe dentro del Románico más típico del Valle.
BETLAN
La población está situada en llano a la derecha del Garona, rodeada de campos de cultivo y prados. Las pocas casas que la forman se situan alrededor de una gran plaza cerrada a poniente por la iglesia parroquial. En documentos medievales aparece el pueblo con las formas Bella, Bela, Bellano y Betlano.
Pero además, Betlàn es popular porque aquí vivió el famoso gigante Mandrónius, que luchó valientemente contra la invasión de los romanos, y cuya morada se ubicaba en uno de sus cercanos parajes de excelentes vistas sobre el bosque de la Baricauba.
MONT
Este pueblecito del ’terçon’ de la Marcatosa de poco más de 15 habitantes censados se alza en punto elevado que le aporta unas vistas privilegiadas sobre Vielha, especialmente si se sube hacia el Plan de Mont, lugar donde ya se percibe la influencia de las minas Margalida. La iglesia parroquial de Mont se inscribe en el estilo románico del siglo XII y está dedicada a San Lorenzo, uno de los primeros mártires de la Iglesia católica, de quien muchas fuentes sitúan sus orígenes en Huesca, y también utilizado para la cristianización de Lug, el dios celta de la luz.
MONTCORBAU
Situado a 1222 metros de altitud y tan solo 3,5 kms de Vielha, Montcorbau tiene unas bonitas vistas de las montañas de Sarraeta y del Tuc Nere, cuyas cumbres blancas contrastan con el paisaje verde del frondoso bosque de la Baricauba que se observa en el fondo del valle. Su iglesia parroquial está dedicada a Sant Esteban y, a pesar de sus orígenes románicos, ha incorporado con el paso de los siglos el legado artístico del Gótico y del Barroco, pero lo que más llama la atención del visitante es el marcado gusto popular del interior del edificio, que recuerda mucho al de Sant Joan de Boí.
